Mas Cuando El Pecado Abundó, Sobreabundó La Gracia
Mi nombre es Garry Castner, y esta es mi historia.
Romanos 5:20-21: “Y la ley entró para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna, por Jesucristo, nuestro Señor.”
No nací en un hogar cristiano. Mis padres me llevaban a la iglesia solamente cuando se celebraba la Navidad y la Pascua. Me acuerdo que mi abuela me enseñaba a orar como niño pero durante los años de mi adolescencia sentía que Dios no me escuchaba y estaba muy lejos de mí. Creo que por esta razón, perdí la costumbre de orar a Dios. Me gustó mucho el deporte y cuando tenía 10 años me metí en el fútbol americano y la lucha libre. Llegué a ser un niño muy popular en mi escuela y también en mi vecindario. Pero a los 12 años, me metí en cosas muy malas de este mundo.
Comencé a recorrer con jóvenes muy malos de mi vecindario. Muchos de ellos eran mayores que yo y algunos ni siquiera estaban en la escuela. Mi deseo era ser popular para con ellos también, pero para hacer eso, tenía que practicar las cosas que ellos practicaban. Esto significaba fumar marihuana y tomar cervezas y alcohol con mis nuevos “amigos.” Traté de llevar una vida doble. Una vida de ser un buen niño y jugar deportes y otra vida de ser un pandillero con mis nuevos “amigos” de la calle 11. Al pasar el tiempo me metí más y más en las drogas, no sólo fumé marihuana, sino también comencé de tomar cocaína y anfetaminas y aun LSD. Estaba volado prácticamente todo el tiempo. Me acuerdo de 3 ocasiones en que casi morí por la sobredosis de drogas y alcohol. Al mismo tiempo comencé a meterme en la música Rock pesada. Vivía muy cerca de Allentown y fuimos muchas veces a AG HALL a los conciertos de grupos muy bien conocidos de ese entonces, de los años 70.
Lamentablemente, mi relación con mis padres en el hogar comenzó a dañarse rápidamente por mi mal comportamiento. Llegué a ser un hijo muy rebelde, aunque mi padre era muy estricto y muy severo a veces. Nos chocamos muy fuertemente muy a menudo. Fui sorprendido dos veces por la policía de mi ciudad. La primera vez estaba portando marihuana en mi bolsillo mientras nos metíamos en un edificio abandonado. Creo que tenía 15 años en es tiempo. Era una vergüenza para mi padre tener que ir a la estación de policía para recogerme. Esa experiencia fue muy dura para mí, pero no aprendí mi lección. A los 17 años, siendo muy borracho, y en problemas con mi polola, y enojado fui a pegar y romper una docena de vidrios en un edificio y me corté la mano muy mal. Más tarde esa noche la policía me agarró y me llevaron a la estación de nuevo. Fue una noche muy dura de nuevo para mí papá. El estaba tanto enojado como triste para conmigo. Tal vez muy desilusionado. Mis estudios sufrían mucho también. Hasta el día de hoy, no sé como me egresé del cuarto medio. No tenía la velocidad y la fuerza de antes, entonces también comencé a desanimarme con los deportes hasta renunciar un par de años hasta el cuarto medio cuando practiqué de nuevo los deportes. Por participar en una pandilla estaba involucrado en robos, traficar drogas y meterme en muchas peleas.
No nací en un hogar cristiano. Mis padres me llevaban a la iglesia solamente cuando se celebraba la Navidad y la Pascua. Me acuerdo que mi abuela me enseñaba a orar como niño pero durante los años de mi adolescencia sentía que Dios no me escuchaba y estaba muy lejos de mí. Creo que por esta razón, perdí la costumbre de orar a Dios. Me gustó mucho el deporte y cuando tenía 10 años me metí en el fútbol americano y la lucha libre. Llegué a ser un niño muy popular en mi escuela y también en mi vecindario. Pero a los 12 años, me metí en cosas muy malas de este mundo.
Comencé a recorrer con jóvenes muy malos de mi vecindario. Muchos de ellos eran mayores que yo y algunos ni siquiera estaban en la escuela. Mi deseo era ser popular para con ellos también, pero para hacer eso, tenía que practicar las cosas que ellos practicaban. Esto significaba fumar marihuana y tomar cervezas y alcohol con mis nuevos “amigos.” Traté de llevar una vida doble. Una vida de ser un buen niño y jugar deportes y otra vida de ser un pandillero con mis nuevos “amigos” de la calle 11. Al pasar el tiempo me metí más y más en las drogas, no sólo fumé marihuana, sino también comencé de tomar cocaína y anfetaminas y aun LSD. Estaba volado prácticamente todo el tiempo. Me acuerdo de 3 ocasiones en que casi morí por la sobredosis de drogas y alcohol. Al mismo tiempo comencé a meterme en la música Rock pesada. Vivía muy cerca de Allentown y fuimos muchas veces a AG HALL a los conciertos de grupos muy bien conocidos de ese entonces, de los años 70.
Lamentablemente, mi relación con mis padres en el hogar comenzó a dañarse rápidamente por mi mal comportamiento. Llegué a ser un hijo muy rebelde, aunque mi padre era muy estricto y muy severo a veces. Nos chocamos muy fuertemente muy a menudo. Fui sorprendido dos veces por la policía de mi ciudad. La primera vez estaba portando marihuana en mi bolsillo mientras nos metíamos en un edificio abandonado. Creo que tenía 15 años en es tiempo. Era una vergüenza para mi padre tener que ir a la estación de policía para recogerme. Esa experiencia fue muy dura para mí, pero no aprendí mi lección. A los 17 años, siendo muy borracho, y en problemas con mi polola, y enojado fui a pegar y romper una docena de vidrios en un edificio y me corté la mano muy mal. Más tarde esa noche la policía me agarró y me llevaron a la estación de nuevo. Fue una noche muy dura de nuevo para mí papá. El estaba tanto enojado como triste para conmigo. Tal vez muy desilusionado. Mis estudios sufrían mucho también. Hasta el día de hoy, no sé como me egresé del cuarto medio. No tenía la velocidad y la fuerza de antes, entonces también comencé a desanimarme con los deportes hasta renunciar un par de años hasta el cuarto medio cuando practiqué de nuevo los deportes. Por participar en una pandilla estaba involucrado en robos, traficar drogas y meterme en muchas peleas.
Eran 6 años muy rápidos y muy duros de mi vida. Al egresarme del cuarto medio no tenía ganas de ir a la universidad y seguir estudiando, entonces trabajaba por el verano pero no tenía nada claro en mi vida. Uno de los hermanos de mi mejor amigo se alistó a los Marines Corps y fuimos a su graduación en Paris Island, del Carolina del Sur. Después nos comprometimos el uno al otro de llegar a ser Marines también.
“Eran 6 años muy rápidos y muy duros de mi vida.”
Cuando ví que no tenía nada más que hacer y que mis padres estaban completamente aburridos conmigo y mis graves problemas me alisté a los Marines. (Siempre digo que quería mi libertad de mis padres y estaba cansado de estar bajo autoridad, entonces, me alisté a los Marines). Cuando estaba en Boot Camp, mi mente se limpió de las drogas y comencé a meditar en los verdaderos problemas de mi vida. Reconocí el daño que estaba haciendo en las vidas de mis padres. Por lo tanto, un día escribí una carta a mis padres pidiéndoles perdón por lo que hacía en sus vidas. Me egresé del entrenamiento con honores y mi Papá y mi hermana estaba presente en mi graduación. Fui a casa durante unas semanas de reposo y salí con mis antiguos amigos y me enloquecí un poco por el alcohol y salimos a buscar muchas peleas. Mi vida estaba peor y no mejor. Aunque quería cambiarme, no pude. Estaba muy deprimido por dentro.
Luego, fui enviado a una escuela en Fort Leonardwood, MO, para aprender una profesión mientras servía los 4 años en los Marines. Aprendí a ser un operador de máquinas pesadas en una escuela para ingenieros. Vivíamos juntos en una sala grande y a mi lado hubo un hombre de color que se llamaba Kenny Blanchard. El llegó a ser mi mejor amigo porque él era muy diferente y me escuchaba y me daba buenos consejos. La primera cosa que él hizo allí era encontrar una buena iglesia Bautista independiente y cada domingo él asistía fielmente. El me invitaba fielmente y traté de ir con él muchas veces, pero todavía salía con otros compañeros a tomar por el fin de semana. Realmente me encontraba en una lucha tremenda en mi interior. Quería un verdadero cambio en mi vida, pero mis deseos pecaminosos me vencían cada vez. Kenny no se dió por vencido. El me enseñaba la Biblia durante la semana y yo comencé a leer el Nuevo Testamento que me regalaban los Marines. Un día domingo asistí también la Iglesia Bautista Tabernáculo de Lebanan, MO con Kenny.
La iglesia mandó un microbus cada domingo a la Base para buscar los soldados y por fin fui con Kenny. Nosotros participamos en 2 cultos y un almuerzo. Fue el Culto de la tarde que marcó mi vida para siempre.
Luego, fui enviado a una escuela en Fort Leonardwood, MO, para aprender una profesión mientras servía los 4 años en los Marines. Aprendí a ser un operador de máquinas pesadas en una escuela para ingenieros. Vivíamos juntos en una sala grande y a mi lado hubo un hombre de color que se llamaba Kenny Blanchard. El llegó a ser mi mejor amigo porque él era muy diferente y me escuchaba y me daba buenos consejos. La primera cosa que él hizo allí era encontrar una buena iglesia Bautista independiente y cada domingo él asistía fielmente. El me invitaba fielmente y traté de ir con él muchas veces, pero todavía salía con otros compañeros a tomar por el fin de semana. Realmente me encontraba en una lucha tremenda en mi interior. Quería un verdadero cambio en mi vida, pero mis deseos pecaminosos me vencían cada vez. Kenny no se dió por vencido. El me enseñaba la Biblia durante la semana y yo comencé a leer el Nuevo Testamento que me regalaban los Marines. Un día domingo asistí también la Iglesia Bautista Tabernáculo de Lebanan, MO con Kenny.
La iglesia mandó un microbus cada domingo a la Base para buscar los soldados y por fin fui con Kenny. Nosotros participamos en 2 cultos y un almuerzo. Fue el Culto de la tarde que marcó mi vida para siempre.
"El Pastor predicaba acerca del sacrificio de Jesucristo y como El derramó Su sangre por nuestros pecados.”
El Pastor predicaba acerca del sacrificio de Jesucristo y como El derramó Su sangre por nuestros pecados. Me acuerdo bien de algo del mensaje que me llamó mucho la atención. El Pastor decía que, “la sangre de Cristo tiene poder para limpiarte de todos tus pecados y darte un nuevo comienzo en la vida.” Yo me dí cuenta allí mismo, que esto era lo que estaba buscando por varios años sin encontrarlo. Al final del mensaje el Pastor dio una invitación para pasar adelante y ser tratado con la Biblia en mano. Yo sabía que era para mí y pasé adelante.
Un varón de la iglesia me tomó aparte y me predicó nuevamente acerca de mis pecados, el infiero, la muerte y resurrección de Cristo. Esa noche, el 19 de Marzo del año 1981, me arrepentí de mis pecados y recibí a Jesucristo como mi único Señor y Salvador personal. Cristo levantó el peso de mis pecados esa noche y me dio la paz que yo era perdonado y era un hijo de El.
Cuando volví a mi banca, el hermano Kenny tenía una sonrisa de oreja a oreja. Nunca voy a olvidarme de esa imagen. Estoy eternamente agradecido de él por tomar el tiempo de testificarme e invitarme a una Iglesia que predicaba claramente el mensaje del Evangelio. Doy gracias a Dios que después de mi salvación pude dejar de fumar y pude dejar de tomar por la gracia de Dios en mí. Comencé a aprender de la Palabra de Dios que era un discípulo de Cristo y como seguirle. Luego de ser salvo fui enviado a Camp Pendleton, CA para mi primer trabajo. Lamentablemente, no fui a asistir una iglesia fuera de la Base, pero asistí a la capilla en la Base, escuchaba a un capellán que también era Bautista y él me compartía materiales del discipulado, pero miro atrás y veo que estaba estancado en mi vida espiritual.
Luego fui trasladado a Kaneohe Air Station, HI, y desde allí participé en dos embarcaciones navales hacia Asia por 6 meses cada vez. La primera embarcación marcó mi vida para siempre. Un día, dos soldados entregados a Cristo, Bautistas Independientes también, comenzaron a predicarme el Evangelio, tal vez, pensando que estaba perdido. Yo escuchaba atentamente y después yo les compartí mi testimonio de salvación y se regocijaron grandemente. Luego, ellos dos comenzaron a discipularme bíblicamente y llevarme a buenas iglesias Bautistas independientes. Conocí muchos misioneros y la obra misionera alrededor del mundo. Aprendí del bautismo bíblico por inmersión y la importancia de la iglesia local de mis dos hermanos nuevos y cuando regresamos a Hawaii, me preparé para el bautismo y me bauticé y llegué a ser miembro de la iglesia. Fue en ese momento que Dios comenzó a usarme a mí en Su gran obra de salvar a este mundo perdido. Fui encargado de un microbus para ir a recoger a otros soldados y llevarles a la iglesia. Dios me utilizó en la visitación cada fin de semana y ganábamos muchos soldados para Cristo durante el año y medio que me quedaba en la iglesia Koolau Bautista, Kaneohe, HI.
Cuando volví a mi banca, el hermano Kenny tenía una sonrisa de oreja a oreja. Nunca voy a olvidarme de esa imagen. Estoy eternamente agradecido de él por tomar el tiempo de testificarme e invitarme a una Iglesia que predicaba claramente el mensaje del Evangelio. Doy gracias a Dios que después de mi salvación pude dejar de fumar y pude dejar de tomar por la gracia de Dios en mí. Comencé a aprender de la Palabra de Dios que era un discípulo de Cristo y como seguirle. Luego de ser salvo fui enviado a Camp Pendleton, CA para mi primer trabajo. Lamentablemente, no fui a asistir una iglesia fuera de la Base, pero asistí a la capilla en la Base, escuchaba a un capellán que también era Bautista y él me compartía materiales del discipulado, pero miro atrás y veo que estaba estancado en mi vida espiritual.
Luego fui trasladado a Kaneohe Air Station, HI, y desde allí participé en dos embarcaciones navales hacia Asia por 6 meses cada vez. La primera embarcación marcó mi vida para siempre. Un día, dos soldados entregados a Cristo, Bautistas Independientes también, comenzaron a predicarme el Evangelio, tal vez, pensando que estaba perdido. Yo escuchaba atentamente y después yo les compartí mi testimonio de salvación y se regocijaron grandemente. Luego, ellos dos comenzaron a discipularme bíblicamente y llevarme a buenas iglesias Bautistas independientes. Conocí muchos misioneros y la obra misionera alrededor del mundo. Aprendí del bautismo bíblico por inmersión y la importancia de la iglesia local de mis dos hermanos nuevos y cuando regresamos a Hawaii, me preparé para el bautismo y me bauticé y llegué a ser miembro de la iglesia. Fue en ese momento que Dios comenzó a usarme a mí en Su gran obra de salvar a este mundo perdido. Fui encargado de un microbus para ir a recoger a otros soldados y llevarles a la iglesia. Dios me utilizó en la visitación cada fin de semana y ganábamos muchos soldados para Cristo durante el año y medio que me quedaba en la iglesia Koolau Bautista, Kaneohe, HI.
Dios trabajaba muy fuertemente en mi vida por medio de mis estudios personales y las predicaciones del Pastor de la iglesia. Un día sentí que Dios me estaba llamando al ministerio tiempo completo y respondí en obediencia al llamado del Señor a predicar la Palabra de Dios. Comencé a predicar en las cárceles y en la Base también. Durante una Conferencia de Misiones sentí el llamado de Dios sobre mi vida de ser un misionero a cualquier país de la elección de Dios. Al egresarme de los Marines, fui a prepararme para el ministerio en el Seiminario Maranatha Baptist Bible. Fue allí que conocí mi esposa Michelle y fuimos casados el 19 de Julio del año 1988. Fue el mismo año que llegamos a ser miembros de la Iglesia Bautista Lehigh Valley dónde servimos actualmente como misioneros al país de Chile.
“Dios trabajaba muy fuertemente en mi vida por medio de mis estudios personales y las predicaciones del Pastor de la iglesia.”
Ciertamente, la Gracia de Dios sobreabundó en mi vida. A El sea la honra y la gloria por la Salvación que El me dio. ¿Quiere Usted recibió la misma Gracia de Dios para salvación en su vida? ¿Qué tiene que hacer para recibir la salvación eterna de su alma y recibir una vida nueva?
1) Tiene que Reconocer Que Eres un Pecador Perdido delante de Dios. Romanos 3:23, “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” Romanos 3:10, “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno.”
2) Tiene que Admitir Que no Puede Salvarse a Sí Mismo. Efesios 2:8-9, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros; pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”
3) Tiene que Aceptar el Hecho que al Morir en Esta Condición va a Ir al Infierno. Apoc. 20:14-15, “Y la muerte y el infierno fueron lanzados en el lago de fuego. Ésta es la muerte segunda. Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida fue lanzado en el lago de fuego.”
4) Tiene que Arrepentirse de Sus Pecados Lucas 13:3, “Os digo: No, antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.” Hechos 17:30, “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora demanda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.”
5) Tiene que Recibir a Jesucristo por la Fe Como su Único Señor y Salvador Juan 1:12, “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” Romanos 10:9-10, “Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, mas con la boca se hace confesión para salvación.”
1) Tiene que Reconocer Que Eres un Pecador Perdido delante de Dios. Romanos 3:23, “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” Romanos 3:10, “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno.”
2) Tiene que Admitir Que no Puede Salvarse a Sí Mismo. Efesios 2:8-9, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros; pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”
3) Tiene que Aceptar el Hecho que al Morir en Esta Condición va a Ir al Infierno. Apoc. 20:14-15, “Y la muerte y el infierno fueron lanzados en el lago de fuego. Ésta es la muerte segunda. Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida fue lanzado en el lago de fuego.”
4) Tiene que Arrepentirse de Sus Pecados Lucas 13:3, “Os digo: No, antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.” Hechos 17:30, “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora demanda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.”
5) Tiene que Recibir a Jesucristo por la Fe Como su Único Señor y Salvador Juan 1:12, “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” Romanos 10:9-10, “Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, mas con la boca se hace confesión para salvación.”